... así estaré durante una temporada. Tras este frenesí creador de estas últimas semanas (para mí, lo ha sido) llega el momento de hacer una pequeña y más que justificada pausa. Si bien aún me quedan un par de cosillas que no me dio tiempo a mostrar y compartiré cuando pueda, el blog va a estar algo paradito por el mejor de los motivos...
Y es que el pasado 15 de noviembre, a las 20:00, nacía la pequeña Valentina. Tres días más tarde de la fecha prevista, con 2.950 kg. y 48 cm. Supongo que comprenderéis que ahora todo mi tiempo se reparte entre ella y el hermano mayor de 18 meses.
Pensaba que nada podría superar lo que me hace sentir mi hijo. Pero como me dijo una amiga, esto era un archivo que no tenía creado, y por tanto aún me era imposible de imaginar.
De las mejores cosas, sin duda, ver a los dos juntos. A J. Vicente decirle "nonone tita" (no llores, Valentina), buscarla y preguntar por ella si no la encuentra, acercarse a ella con mucha delicadeza y darle un beso, sorprenderse viendo y nombrando las partes de su cara... Comienza una nueva etapa de este maravilloso camino que iniciamos un 13 de mayo de 2012. La aventura de ser papás evoluciona, nos hace evolucionar, crecer, maravillarnos y nos embriaga de felicidad.
Tan sólo hace 10 días que di a luz, y podéis imaginar mi estado hormonal ahora mismo... Gracias por la comprensión ante un post inusualmente sentimental... jijiji. ¡Hasta pronto!